martes, 21 de julio de 2015

Fúnebre visita

Y su llanto se convirtió
en una bella canción de cuna.
Sus lágrimas formaron la vasta cascada
que limpiaba el valle de su interior.
Sus gritos agonizantes
se volvieron un noble susurro.
Las alas de su espalda se desprendieron,
y su piel perdió el color que la hacía una muestra de arte.
La mueca de angustia que antes llenaba su rostro
se transformó en una cálida sonrisa.
Y es que la muerte lo había visitado la noche anterior,
y bajo su brazo se llevó todas las penas y angustias.

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