martes, 2 de febrero de 2016

Tiempo de auscencia

Los recuerdos oscilan a través del frío vidrio,
empañado por mis propios suspiros,
rumbo hacia el carente marco del olvido.
Desfilan en silencio entre el manto nocturno
borrando tu memoria ya casi extinta.
Sueños que jamás pudieron ser,
anhelos de una vida que juntos acunamos.
Ahora solo quedo yo, yo y este terrible vacío.
Es difícil, ¿sabes? Es difícil todo sin ti.
Lo intento, juro que cada día lo intento,
pero es realmente difícil soportarlo.
La vida, mi vida, carece de algún sentido.
¿Recuerdas que me contabas tus sueños
y que sabíamos que algún día se cumplirían?
¿Qué debo hacer yo ahora con esos recuerdos?
¿Sepultarlos en el umbral? Oh no, eso nunca.
Por mas que quisiera no podría
porque tu imagen aún se encuentra aquí,
en la cama, en la mesa, ahora mismo.
Me has observado siempre sin que pueda verte.
Me has acariciado siempre sin que pueda sentirlo.
Solo necesito de tu voz, una simple palabra,
solo eso necesito para ahogar esta soledad.
Háblame en sueños si es necesario,
pero no me dejes solo aquí, en este mundo.
Oh querida, no sabes cuanto ansío marchar
y volver a ver tu delicado rostro.
¿Acaso es ahora el momento?
Porque juro que no sé cuanto más podré aguantar...

Comunicado

No suelo hacer esto, en realidad nunca lo he hecho, pero no creo que esté de más. Sólo quería comunicarles que recientemente me he creado una cuenta en Wattpad, la red social donde las personas publican y leen escritos. He subido allí unos cuantos relatos, y trato de subir algunos de mis poemas también. Para aquel que le interese es más que bienvenido a pasarse por mi perfil. Espero que a alguno pueda llegar a resultarle interesante. Eso es todo el comunicado. Como siempre, gracias por leer. Un saludo.
Sjel.


Solsticio apócrifo

Siente la suave brisa de otoño
recorrer la pulcra piel de tu rostro,
aquella que vive en el viento y muere en las olas,
como los vestigios de la luna.
De pie, al filo del alba,
vislumbras con claridad las costas etéreas.
Arena y sal se funden bajo el umbral de tus sueños.
Toda la belleza del universo apócrifo
revelada ante tu desvencijada mirada.
Un tren de emociones atraviesa tu corazón
y continúa, perenne, hasta estrellar en tus sienes.
Te hallas perdido, en el túmulo de tus pensamientos,
vencido ante el miedo y el dolor.
Tus ojos, inyectados en sangre,
buscan a tientas una última rosa para depositar sobre la tumba.
El cielo se oscurece, fatídica penumbra.
Las horas callan,
anunciando el fin de un alma efímera.